Muchos hombres esforzados han logrado vivir la experiencia de la cumbre de una montaña. Han sentido el aroma del aire limpio de la victoria que se respira en el lugar, las fuertes corrientes de brisa que zumban en los oídos, la emoción profunda de haberlo logrado, el esfuerzo invertido, los miedos vencidos... la gloria y la satisfacción de haberlo alcanzado.
En el lugar uno recuerda los que quedaron atrás, los que se dieron por vencidos, los que no lucharon lo suficiente, los que no se entrenaron lo necesario, los que se distrajeron en momentos claves y peligrosos, los que fueron invadidos por el miedo a no lograrlo... y no lo lograron.
Aquí se ve el mundo desde arriba, uno entiende que los resultados extraordinarios, requieren disciplinas fuera de lo común. La experiencia es sublime, dura un momento como la vida, la recompensa no es sólo estar allí, sino en la clase de persona que te tuviste que convertir para estar allí… (Esa es la verdadera cima, conquistarse a sí mismo).
Tuviste que ser más enfocado, más esforzado, más disciplinado, más perseverante, la cima indica que te conquistaste a ti mismo, que superaste tus debilidades, que venciste tus temores, que te sobrepusiste a las vanas justificaciones y a la tentación de ser uno más en la tierra de la mediocridad (aquellos sin compromiso, aquellos que medio creen)… Nada prepara y alienta más para la victoria, que otra victoria, de modo que cuando bajes serás el mismo, pero tu mente se habrá transformado, tu mente continuará allá arriba, en la victoria... En la cima
Entonces cuando bajes habrá otros Everest, otras cimas que alcanzar, otros miedos que vencer, tal vez será en lo emocional, tal vez será físico, financiero, o espiritual, no lo sabrás… sólo sabrás que allí estarán, aguardándote.
Pero lo importante, no es cuán grande serán o los espejismos que muestran. Lo importante, lo apasionante es qué nuevas cosas tendrás que aprender para conquistarlo, qué cosas habrá que cambiar para vencerlo, qué esfuerzo deberás sostener para alcanzar esa cima.
Y cuando todo haya terminado, tendrás paz, la paz de saber que hiciste tu mejor. Y otra vez estarás en la cima... ¡¡Sí en la cima!!… aún si no te diera el tiempo para alcanzarla, el tiempo para conquistarla, estarás allí... Porque la cima es... Conquistarse a sí mismo.
Pero en este proceso hay otros que no subirán contigo. Ellos tomaron la decisión de quedarse abajo “en lo seguro” (lo seguro es que siempre estarán en el mismo lugar), en el común de la gente, en lo que no requiere demasiados cambios, ni demasiado aprendizaje... En donde sólo sobrevivir es suficiente.
Ellos son quienes mirarán cómo tú lo hiciste, te criticaran o admirarán tu proceso pero siempre desde abajo.
¿Qué diferencia existe entre los unos de los otros?
Pregúntate… ¿Por qué tú no?
Posiblemente nunca lo intentaste o... no sabías cómo hacerlo. Quizás luchaste y te diste por vencido, justo antes de lograrlo, tal vez te falto un último esfuerzo en el momento crucial. Probablemente lograste algunas metas pero esta te parece imposible de alcanzar. Tal vez no estuviste dispuesto a cambiar para lograr tus sueños que es el precio por pagar. Tal vez, te conformaste con la mediocridad, con lo común… con lo seguro… tal vez encontraste más adecuada la auto justificación que la auto superación…
Sea cual sea la situación, dentro de ti hay un fuego que no han podido apagar, un gigante dormido que está a punto de despertar, estoy seguro que quieres llegar a la cima, que miras el día de plantar tu bandera en el lugar más alto que soñaste.
Ves… Sonríes sólo de pensarlo, pero estoy seguro que llegarás, y quiero acompañarte. Decidí escribir y dedicarte las líneas que encuentras aquí.
¡Sí a ti! que cada mañana piensas que es posible lograr el éxito, que estás dispuesto a entregarlo todo y conquistar tu cumbre. Lee cuidadosamente y examina la ruta hacia tu EVEREST…
¡E inténtalo de nuevo!
La cima está esperando ser conquistada ¡Hazlo!
Recuerda siempre que aún no hay hombre que logre la cumbre del Everest en su primera escalada. La montaña está en el lugar de siempre, esperando ser conquistada. Los retos están allí para que tú te convencieras de eres capaz.
El 25 de mayo del 2002 Brent Bishop, Dawa Serpa, Peter Hilary y Jamling Norgay formaron parte de una expedición que involucraba a los hijos de los primeros hombres que lograron conquistar la cima del Monte Everest. Ellos también lo lograron como sus padres.
En el 2002 Tamae Watanabe, una mujer de 63 años alcanzó la cima del monte Everest. En el 2008 Bahadur Sherchan, un hombre de 76 años alcanzó la cima del Everest. (Ver video en el enlace de abajo.)
Link
¿Y tú qué esperas, para alcanzar tu cima?
Deja de soñar con lo que otros hicieron para empezar a subir el tuyo y Conquistar la cumbre.
La entrevista y presentación de la oportunidad de negocio on-line te está esperando… ¡¡¡No te quedes abajo!!!
Te queremos regalar este otro hermoso video, haz click en el enlace de abajo.
En caso que el video no cargue bien,
Este es el enlace: link
Están los que siempre usan la misma ropa.
Están los que llevan amuletos.
Los que hacen promesas.
Los que imploran mirando al cielo.
Los que creen en supersticiones.
Y están los que siguen corriendo cuando les
Tiemblan las piernas.
Los que siguen jugando cuando se les acaba el aire
Los que siguen luchando, cuando todo luce perdido.
Como si cada vez, fuera la última vez, convencidos
De que la vida misma es un desafío.
Sufren. Pero no se quejan, porque saben que el dolor
Pasa, el sudor se seca, el cansancio termina.
Pero hay algo que nunca desaparecerá,
La satisfacción de haberlo logrado.
En sus cuerpos corre la misma cantidad de sangre.
Lo que los hace diferentes, es su espíritu, la
Determinación de alcanzar la cima.
Una cima que no se llega superando a los demás, sino
Superándose a uno mismo.
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